«Ha sido un desafío tremendo”. La satisfacción del médico castrileño Antonio Alcaraz Asensio empapa la conversación telefónica. Él, siempre con su pueblo, Castril, en el corazón (lo recuerda varias veces en la conversación telefónica), ha sido parte fundamental en un hito de la medicina española, el primer trasplante de útero. La operación, que suma tres años de preparativos y trabajo previo, se realizó el pasado 5 de octubre en el Clínic de Barcelona. La donante ya ha tenido la regla y, “si dios quiere, quedará embarazada”.

Antonio Alcaraz acumula un historial médico apabullante, tan impresionante como el amor que profesa por su tierra, Castril, donde vuelve siempre que tiene oportunidad –viajó en verano y más recientemente en el Puente del Pilar– y donde una calle ya luce su nombre. Hace dos años descubrió aquella placa, y en su discurso, recuerda ahora, cuando mencionó que “vendrían nuevos éxitos, me refería a esto”. Ya se trabajaba en este pionero trasplante. “Llevábamos treinta años sin un trasplante nuevo”.

La operación se realizó en Hospital Clínic de Barcelona, donde también se completó el primer trasplante de riñón en España y el primero de páncreas. El de útero también se lleva la etiqueta de pionero a nivel nacional. La receptora nació sin este órgano, lo que se conoce como síndrome de Rokitansky, y su hermana es la donante. Lideraron el trasplante los jefes de los servicios de Ginecología del Hospital Clínic, Francisco Carmona Herrera (de la localidad jienense de Jódar, lo que da a este éxito un evidente toque andaluz), y de Urología y Trasplante Renal, Antonio Alcaraz, de Castril.

“Por el tipo de cirugía, lo he comparado con subir a la Luna. Ha sido un salto cualitativo”, recuerda el doctor Alcaraz Asensio. El reto, que ha sido superado, abre la puerta a nuevas operaciones, más complejas. Entre las puertas que se abren está la posibilidad de realizar trasplantes de riñón a niños de menos de 10 kilos. “Cuando llegué de jefe de servicio al Clínic, hace quince años, el límite estaba en 15 kilos. Y lo bajamos a 10. Ahora nos vemos con ánimo de trasplantar a niños de 7 u 8 kilos”, apunta el cirujano. El interés en atender a niños más pequeños está en la posibilidad de mejorar su calidad de vida. “Cuando reciben el trasplante, crecen. No sólo físicamente, sino en su desarrollo mental e intelectual”, reflexiona el especialista.El primer trasplante de útero realizado en Europa se realizó en 2014 en Suecia. En todo el mundo se han completado 70 operaciones de este tipo y han nacido 20 bebés.En España no se había realizado nunca una intervención de este tipo. La cirugía del pasado 5 de octubre forma parte de un programa bautizado Estudio de factibilidad de procedimiento de trasplante uterino de donante viva con obtención de injerto para cirugía robótica, con el objetivo de validar la viabilidad de esta intervención y que prevé cinco trasplantes.

“Tiene su punto mágico”, reflexiona el cirujano. A la receptora se le cerraron las puertas de la maternidad en la adolescencia. Ahora, gracias a la intervención de los equipos liderados por los doctores Carmona Herrera y Alcaraz Asensio, existe la posibilidad de gestar. “Me parece una pasada”.

El trasplante fue un trabajo de enorme precisión. “El útero tiene dos fases, cuando está grávido, la mujer está embarazada, el flujo de sangre es brutal. Cuando no está embarazada, el flujo es muy pequeño”. Las arterias apenas tienen un diámetro de uno o dos milímetros, cuando en un riñón el calibre es de entre cinco o seis milímetros. “Eso hace que sea muy complicado”. La obtención del útero de la donante (hermana de la receptora) llevó once horas y se hizo mediante cirugía robótica. Y luego hubo que trasplantarlo. En total, unas 17 horas de intenso trabajo por parte de un equipo de unas 20 personas. “Y no fuimos lentos. En agosto del año pasado, estuve en Dallas y tardaron 19 horas en total”, apostilla Alcaraz, que acumula 1.400 trasplantes de riñón como primer cirujano, un centenar de ellos con tecnología robótica, menos invasiva, y que ya ha comenzado a desarrollarse en Andalucía gracias precisamente al doctor Alcaraz. A comienzos de año estuvo en el Puerta del Mar de Cádiz para trabajar en esta técnica con José Luis Álvarez-Ossorio y María José Ledo.

El hecho de que la mujer haya tenido la menstruación es un grandísimo paso. De los 20 trasplantes de útero realizados en Dallas, once han sido viables y se han conseguido siete embarazos. “Una vez que tiene la regla, las posibilidades de embarazo son entre el 60 y el 70%”, sopesa el cirujano, que, sin embargo, abunda en el hecho de lo ya logrado. “Cuando subimos a la Luna, más que pisar o no el satélite, lo importante fue lo que se aportó a la aviación, a las comunicaciones, a la tecnología… exactamente igual repercute esta operación a nuestra cirugía”.

Fuente: Granada Hoy

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