La ONT confía en que el próximo sea el año de su recuperación total y en poder culminar sus planes estratégicos

Tras el “regalo de Navidad” que supone la constatación de un noviembre ‘récord’ en el campo de los trasplantes de órganos, el sector se muestra aún más ambicioso de cara al 2023, en el que espera que se vuelvan a romper los registros históricos con 50 donantes por millón de habitantes y más de 5.500 operaciones. Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), reconoce que hay obstáculos que pueden interponerse en el camino hacia esta meta, como un brote covid que vuelva a estresar las UCI. “Pero tengo mucha confianza en que será posible”, asevera la nefróloga gallega, quien no solo se marca para el próximo año objetivos cuantitativos sino también la culminación de los planes estratégicos que la pandemia impidió desplegar.

En declaraciones a Redacción Médica, Domínguez-Gil hace hincapié en el especial significado de los datos de trasplantes de noviembre, el primer mes de la serie histórica en el que se alcanzaron las 569 operaciones. Hay que remontarse a enero de 2019 para encontrar una cifra aproximada (524). “Ha sido un periodo extraordinario en actividad, especialmente en trasplantes de riñón, pulmón y páncreas”, recalca la directora de la ONT, quien incide en que estos datos constatan “la recuperación del sistema tras años de impacto del covid”. De hecho, a falta de que se confirmen los registros de diciembre,

La propia Domínguez-Gil subraya que “la pandemia continúa” y que, por ende, no se puede descartar la posibilidad de que el coronavirus vuelva a saturar las Unidades de Cuidados Intensivos, esenciales para el funcionamiento del programa de trasplantes. No obstante, confía en poder alcanzar los objetivos que se marcaron en ejercicios anteriores y que pasan por mejorar los registros de 2019, cuando se practicaron 5.449 operaciones.

Líneas de actuación de la ONT en 2023

Más allá de los datos cuantitativos, la ONT guarda en su agenda diversos planes estratégicos que quedaron lastrados por la irrupción del covid. El “deseo para los Reyes Magos” de su directora es de hecho culminar el refuerzo de las redes de coordinación y cooperación de las redes de trasplantes. Pero sus planes no se quedan ahí.

Buena parte de los esfuerzos de la organización están enfocados a mejorar las donaciones en asistolia. Es decir, aquellas en las que se utilizan órganos y tejidos procedentes de una persona a la que se le diagnostica la muerte tras la confirmación del cese irreversible de sus funciones cardiorrespiratorias.

España sigue siendo uno de los países del mundo con mayor actividad en este campo (solo se practica en Holanda Bélgica, Reino Unido, Estados Unidos y Austria), pero la ONT investiga nuevas estrategias de preservación basada en dispositivos ECMO para mejorar los resultados.

Por ejemplo, adaptando está práctica a la eutanasia. “Trabajamos para extender la asistolia a nuevos escenarios con la donación de personas que fallecen tras recibir prestación de ayuda para morir”, apunta.

Trasplante cruzado y «sofistificación» del proceso

La donación pediátrica, “con sus retos específicos”; así como la incorporación del ámbito privado a la red de donantes constituyen otros objetivos del organismo para 2023. Esta última “va más despacio”, reconoce su responsable, que sin embargo confía en que la sanidad privada “tendrá un mayor desarrollo” en este campo.

Finalmente, la ONT prosigue sus trabajos para la donación en vivo, de forma que se pueda garantizar la protección integral del donante a través de la “sofisticación de programas” como los de trasplante cruzado.

“Seguimos implicados en la mejora del acceso de nuestros pacientes a los trasplantes y mejorando las donaciones. Hemos ido avanzando, pero ahora debemos ir a un espacio de consolidación”, concluye.  

Fuente: redacción médica

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