Aun en plena crisis sanitaria, la tasa de donación de España es muy superior a la del resto de países en época prepandémica.

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) registró en 2020 un total de 4.425 trasplantes de órganos (2.700 renales, 1.034 hepáticos, 336 de pulmón, 278 cardíacos, 73 de páncreas y 4 de intestino) procedentes de 1.777 donantes fallecidos y 268 vivos, lo que sitúa a España en 37,4 donantes por millón de población (p.m.p.), según los datos que han dado a conocer este lunes en rueda de prensa en el Ministerio de Sanidad la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, y la directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil.

«Este año más que nunca se debe hablar del éxito del modelo de trasplante español, que va a salir reforzado de la situación tan difícil que vivimos», ha indicado Calzón, quien ha señalado la «extraordinaria contribución a la cohesión social» de este modelo.

Aun en plena crisis sanitaria, Calzón ha resaltado que la tasa de donación de España es muy superior a la del resto de países en época prepandémica. Así, en 2019 España alcanzó los 48,9 donantes por millón de habitantes, cifra que este año es de 37,4. En 2019 Alemania registró 11,3; Australia 21,8; Canadá 22,2; Reino Unido 24,7; Italia 25,3; Francia 29,4; EEUU 36,1 y la UE en su conjunto 22,5 donantes por millón de habitantes.

A pesar de la pandemia, y aunque evidentemente el sistema de donación y trasplante español se ha visto afectado, en 2020 hay varios hitos a destacar, según ha recalcado Beatriz Domínguez-Gil. Probablemente el mejor de todos es que se han registrado 197 trasplantes pediátricos, un máximo en la historia de la ONT. «Queremos aumentar la donación pediátrica«.

«Afortunadamente en España la mortalidad infantil es muy reducida», ha dicho. «Nuestro objetivo es que cuando se produce desgraciadamente la pérdida de un niño en circunstancias compatibles con la donación que se ofrezca sistemáticamente esa opción, no solo porque ayuda a los niños en lista de espera, sino porque consuela muchísimo a la familia que se enfrenta a una situación tan dramática y antinatural como es la pérdida de un hijo. Por eso estamos trabajando estrechamente con la Asociación Española de Pediatría y con las coordinaciones de trasplante para que no se pierda ninguna de esas oportunidades», ha explicado la directora de la ONT.

Domínguez-Gil ha subrayado otros motivos para este aumento de la donación pediátrica. «También tenemos una red muy sólida de cooperación internacional, colaboramos para que ninguna de esas necesarias y excepcionales y tan necesarias donaciones se pierda. Hemos puesto programas muy imaginativos, como el AB0 incompatible que sirve para dar más opciones a niños muy pequeños, menores de un años, de trasplante cardíaco, donde quitamos la barrera de la compatibilidad del grupo sanguíneo y con ello aumenta la probabilidad de trasplantar a estos niños hasta un 50%».

La mejora del trasplante infantil es uno de los objetivos recogidos en el Plan Estratégico 50×22 de la ONT, plan que persigue alcanzar los 50 donantes p.m.p. y superar los 5.500 trasplantes en 2022, cifras que de no ser por la pandemia es más que probable que se hubieran alcanzado ya en 2020. El coronavirus se interpuso en el ritmo ascendente de la donación y el trasplante, especialmente en la primera ola, debido a la sobrecarga del sistema sanitario y las UCI. «No debemos olvidar que solo entre el 1% y el 2% de las personas que fallecen en un hospital lo hacen en condiciones de ser donantes y lo hacen en las UCI, unidades que han estado muy saturadas en los momentos más críticos de la pandemia, marzo, abril y mayo», ha recordado Calzón.

La secretaria de Estado ha añadido que el descenso de actividad también tiene que ver con la seguridad de los pacientes y la preocupación por el impacto que la infección por Covid-19 podría tener en los receptores de un trasplante, que son personas inmunodeprimidas. La adopción de una serie de medidas permitió que de junio a diciembre el ritmo mensual de donaciones y trasplantes se aproximara a los registros de 2019 e incluso se superara a final de año.

Programa de reconstrucción

La directora de la ONT ha resumido los pilares en los que se ha basado este programa de reconstrucción: por un lado, la ONT ha emitido recomendaciones actualizadas periódicamente sobre la evaluación de potenciales donantes y receptores con respecto a la Covid-19, con la realización de test PCR, «algo que al principio fue muy complicado porque no había capacidad diagnóstica». El segundo pilar se ha sustentado en generar evidencia sobre el impacto de la infección en los pacientes trasplantados, «pacientes inmunosuprimidos», con conclusiones que han ayudado a la gestión de los programas.

También se ha priorizado, en los momentos más complicados de la crisis sanitaria, el trasplante de los pacientes en urgencia cero o en situación clínica muy grave, para los que el trasplante no puede esperar, así como de pacientes difíciles de trasplantar por sus características inmunológicas o de tamaño: 219 pacientes en urgencia cero, 103 pacientes renales hiperinmunizados, gracias al programa PATHI de la ONT, y los 197 trasplantes infantiles mencionados. Domínguez-Gil ha querido resaltar como cuarto pilar a las sociedades científicas que han colaborado muy activamente con la ONT durante toda la pandemia y han generado diversas recomendaciones.

Aun con todo el enorme esfuerzo, persiste en lista de espera un número importante de pacientes. A 31 de diciembre de 2020, la cifra se sitúa en 4.794 pacientes (de ellos, 92 son niños). Este número, sin embargo, es inferior al registrado en 2019 (4.889), algo que puede parecer paradójico al haberse reducido la actividad de donación y trasplante.

Domínguez-Gil ha insistido en los mismos motivos por los que ha descendido la donación, especialmente la saturación del sistema sanitario y el miedo a la infección y los efectos que pudiera tener en estos pacientes. Eso ha hecho que se redujese también la inclusión de pacientes en las listas de espera para trasplante «y que probablemente vieron retrasada su inclusión y de alguna forma representan víctimas colaterales de la epidemia», en palabras de la directora de la ONT.

Cantabria, a la cabeza

Aunque España tiene una media de 37,4 donantes p.m.p., nueve comunidades autónomas sobrepasan los 40 y cinco superan los 50 p.m.p.: Cantabria (65,5), Navarra (53,), Canarias (51,6), País Vasco (51,4), Murcia (51), Asturias (45,5), La Rioja (45,2), Extremadura (43,4) y Galicia (40,7).

Tres comunidades han superado el número de donantes de 2019, con el mérito que eso tiene en año de pandemia: La Rioja (+16,7%), Navarra (+2,9%) y Canarias (+2,8%). La ONT cifra en 1.125 los trasplantes realizados gracias al intercambio de órganos entre CCAA, que supone un 27,8% del total. El 8,1% de los receptores han sido trasplantados en un centro fuera de su autonomía de residencia. Estos datos, según ha recalcado Calzón, «ponen de manifiesto el papel cohesionador del Sistema Español de Trasplantes».

Perfil del donante

La donación en asistolia se afianza como la forma más clara de expansión del número de trasplantes, con un total de 621 donantes. Actualmente, el 35% de los donantes lo son en asistolia (tras una parada cardiorrespiratoria irreversible), es decir, 1 de cada 3. Los donantes fallecidos por accidentes de tráfico se sitúan en un 4,5%, cifra que se mantiene como una de las más bajas de la última década. La principal causa de fallecimiento de los donantes es el accidente cerebrovascular.

En cuanto a la edad de los donantes, más de la mitad (54,1%) supera los 60 años, el 28% supera los 70 y un 5,4% los 80. -La edad máxima de un donante efectivo se sitúa en 90 años, quien permitió realizar un trasplante de hígado y dos renales-. El porcentaje de donantes octogenarios el año pasado era de casi el 9%, es decir, han rejuvenecido discretamente nuestros donantes este año, aunque siguen siendo muy mayores, y esto tiene que ver con la gestión de los programas que les decía: en situación de saturación se ha tendido a activar procesos de donación de personas algo más jóvenes», ha indicado Domínguez-Gil.

Las negativas a la donación se sitúan en un 14% (se reduce al 10% en los donantes en asistolia). «Esta noticia se la voy a dar en positivo: el 86% de las familias han dicho sí a la donación de los órganos de un ser querido cuando ha llegado el momento», ha hecho hincapié la directora de la ONT, explicando que los datos «ponen de manifiesto la enorme solidaridad de la ciudadanía española, su compromiso con el programa y también el buen quehacer de nuestros profesionales cuando tienen que plantear la posibilidad de la donación tras la pérdida de un ser querido».

Fuente: diariomedico.com

 

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