Esta mañana ha fallecido en Barcelona Josep Maria Gil-Vernet y Vila (Barcelona 9 de diciembre de 1922 – 5 de marzo de 2020), urólogo catalán pionero de los trasplantes en España, al realizar en 1965 el primero de ellos, el de riñón. Además, fue médico del rey emérito Juan Carlos I.
Nació en una familia de médicos; su padre, Salvador Gil Vernet, era catedrático de Anatomía y un prestigioso urólogo, y su tío paterno, Emili Gil Vernet, era especialista en Ginecología y Obstetricia, catedrático de esta disciplina desde el año 1958 hasta la su muerte (1970) y también iniciador de una saga de ginecólogos. Gil Vernet deja dos hijos también urólogos, José María y Alfredo.
Gil-Vernet y Vila se licenció en Medicina en la Universidad de Barcelona y se doctoró en la de Madrid (1951). Fue discípulo directo de su padre y se especializó en Urología 1956.
Fue jefe del Servicio de Urología del Hospital Clínico de Barcelona y en 1972 fue nombrado catedrático extraordinario de Urología y dirigió la escuela profesional a partir de 1973. En colaboración con Antoni Caralps, realizó el primer trasplante de riñón en España (1965).
También fue el autor del primer trasplante mundial de testículo humano, intervención que realizó ayudado de un equipo de veinte especialistas (1978). Con Laureano Fernández-Cruz realizó el primer trasplante de páncreas y riñón realizado en España en 1983. Fue vicerrector de la Universidad de Barcelona de 1973 a 1980.
Al cumplir 65 años se jubiló de sus cargos en el Hospital Clínico y Provincial y fue sucedido el año siguiente por su discípulo Pablo Carretero. Esto no significó la interrupción de su actividad profesional: dieciséis años después siguió trabajando en la Clínica Teknon de Barcelona y en otras instituciones sanitarias catalanas. Fue nombrado profesor emérito de la Universidad de Barcelona (1988) y también fue docente de la Universidad Autónoma de Barcelona desde el año 1994.
Múltiples mejoras en la técnica urológica
Gil-Vernet realizó numerosas aportaciones en el campo de la técnica urológica que han contribuido a mejorar el pronóstico de numerosas afecciones y hacer la especialidad más eficaz y más seguracomo, por ejemplo, la sustitución de la vejiga por segmentos de colon en el tratamiento de las neoplasias y tuberculosis vesicales (colocistoplastia), el abordaje intrasinusal de la litiasis renal, la utilización de toda la vía urinaria del receptor en el trasplante renal, una nueva vía de acceso retroperitoneal a los vasos esplénicos, la cirugía renal bajo hipotermia, el trasplante ortotópico de riñón, la cirugía renal extracorpórea por enfermedades vasculares, tumorales y congénitas que afectaran al riñón y las vías urinarias, el diseño de instrumentos quirúrgicos, un método para obtener la tercera dimensión intraoperatoria en las intervenciones de riñón litiásica, la introducción de la microscopia intraoperatoria en urología y andrología o las técnicas de microcirugía, entre otros.
Sus contribuciones no se detuvieron después de su jubilación, como lo demuestra su trabajo en la cirugía reconstructiva uretral en pacientes parapléjicos: empleando colgantes del escroto, Gil-Vernet consiguió sustituir la uretra dañada con éxito, lo que supone la solución de estas graves lesiones que causan un deterioro de la calidad de vida de los parapléjicos y que los puede conducir incluso a la muerte.
Docente innovador
Gil-Vernet fue también un hombre innovador en el campo de la docencia. Inició Cursos Internacionales de Urología que llegaron a reunir en sus últimas ediciones más de 2.000 participantes, que podían seguir en directo en el Palau de Congresos de Barcelona las intervenciones realizadas en el Hospital Clínico. Es autor de más de noventa películas científicas de gran calidad, reconocida en algunos casos con la concesión de premios internacionales, como la Medalla de oro en el Primer Congreso Mundial de Cine Científico y el primer premio Golden Eagle.
Fuente: Diario Medico